Nació el 16 de marzo de 1920 en Lagos de Moreno, Jalisco, e ingresó al Salón de la Fama de la Federación Mexicana de Charrería el 22 de febrero de 1991; charro por los cuatro costados, hoy en día sus nietos siguen la tradición, como Alejandro Aragón Hernández.
Cuando el sol alumbra en plenitud en el lienzo y se corre libre la primera yegua del pialadero, en ese preciso momento, surge la recia figura de un Señor, de un Don: Del General… de Don Salvador Hernández Lucio, reza una placa que guarda celosamente bajo llave su familia.
Lo definen como pialador por religión y hombre de a caballo por nacimiento, haciendo realidad todos sus sueños en el más mexicano de los deportes.
Inició en Lagos de Moreno en 1957 con la asociación de charros Insurgente Pedro Moreno. Una década después se enroló con la agrupación Regionales de La Villa del Distrito Federal.
En el cabalístico 1970 fue campeón nacional en la suerte de los piales en el lienzo en la fiesta grande celebrada en la fronteriza Ciudad Juárez.
En sus años de deportista charro realizó viajes a Cuba, Jamaica y Venezuela; como dirigente del máximo organismo representó a la charrería en España, Austria, Italia y Francia; de 1980 a 1984 fue presidente y fundador de la Federación Mexicana de Charrería A. C.
También fue abanderado de la Federación Nacional de Charros a mediados de la década de 1970; en 1974, y siendo mandamás de los capitalinos, Regionales de La Villa logró el título nacional en Guadalajara, Jalisco.
Fue transportista y ganadero en su Rancho El Corral, de Lagos de Moreno. Murió el 14 de octubre de 1988, siendo presidente de los Regionales de La Villa del entonces Distrito Federal.
Con cariño y respeto se le rinde homenaje a su ejemplar trayectoria de hombre de bien, que dio su vida por la charrería, como dice en su placa que está en el Palacio de la Charrería de la capital del país.