Honor a quien honor merece y ese es para don Salvador Álvarez Díaz, una leyenda viviente de la charrería nacional; su historia es tan apasionante como sus logros en el Deporte Nacional.
Nació el 17 de diciembre de 1925, hijo de don Rafael Álvarez Delgadillo y de la señora Mónica Díaz Godínez. Contrajo matrimonio con María Elena Cruz Barba, con quien procreó a Martha Elena, Salvador Vicente, Rafael Alfonso, José Francisco, Juan Carlos y Mónica María.
De la textilera ciudad de Ocotlán, Jalisco, emigró más al norte y sentó sus reales en Durango; la compra-venta de ganado lo llevó a probar fortuna en Gómez Palacio, donde fue fundador de la Asociación Charros de La Laguna.
Desde pequeño sintió el amor por los caballos y devoción por la fiesta charra, herencia que recibió de sus antepasados. Fue promotor de la construcción del famoso lienzo “11-40” y fundador de los Charros de La Laguna, apoyado en esta encomienda por don Benjamín Ortega Cantero, quien donó el terreno.
Se hizo una charreada en noviembre de 1957 en el Estadio de la Revolución de Torreón y los ocho mil pesos que se recaudaron fueron utilizados para comenzar la obra del lienzo “11-40”.
A los cuatro años de edad disfrutó de su primera cabalgadura un tordillo al que llamó “Revolucionario”, que costó 30 pesos cuando su padre lo compró a un militar de apellido Escobar.
Lazar, curar y capar eran cotidianos para nuestro personaje por lo que, cuando en 1956 lo invitaron a un lienzo charro, no lo pensó dos veces y desafiaba al que se le pusiera enfrente.
En 1960 con Charros de La Laguna participó en el Campeonato Nacional en Tamaulipas y quedaron en cuarto lugar, habiendo logrado Salvador el cetro nacional de colas.
Fue charro 35 años, habiendo logrado el bicampeonato individual de pial del ruedo en Puebla 1962 y Mazatlán 1963; dobleteó en el 60 en colas en Ciudad Victoria y Ciudad Juárez en 1970. En manganas a caballo fue monarca en 1970 y 71 y con sus Charros de La Laguna fue tres veces campeón nacional en Ciudad Juárez 1971, Monterrey 1981 y Zapopan 1984.
En 1981 organizó la primera prueba para mayores de 45 años de edad, evento en el que se inscribieron más de 65 equipos de diversos puntos del país. En 2003, Federación Mexicana de Charrería le otorgó a La Laguna la denominación de la Cuna del Charro Mayor.
Además de sus cetros nacionales y de haber sido miembro de varios consejos directivos de la Federación, este organismo le otorgó las máximas preseas a un charro en activo y como federativo puede merecer, entre las que destaca la Espuela de Oro y entró al Salón de la Fama en 2018.
Precisamente en el marco del Campeonato Nacional Charro de Zacatecas 2018 fue entronizado al Salón de la Fama de la Federación y el reconocimiento lo recibieron orgullosos sus hijos Mónica, Salvador, Francisco, Rafael y Juan Carlos.