Don Sergio Hernández Morones nació el 22 de febrero de 1937 en la ciudad de México; destacó como pieza importante en el nacimiento de los eventos nacionales de la modalidad de charros completos al lado de don Ramón Pandal Alanís y don Gregorio Luna, tripleta que ingresó al Salón de la Fama de la Federación Mexicana de Charrería el 27 de enero del 2016.
Fue hijo de don Luis Hernández Sepúlveda, miembro fundador de las asociaciones Tapatía y Metropolitana de Charros, y de la señora doña Emilia Morones Fuentes; la pasión charra la heredó de su padre, habiendo procreado a sus hijos Guillermo, Raúl, Sergio, Luis y Abelardo, así como Guadalupe.
Don Sergio Hernández gustaba de todas las suertes charras, aunque fue un jinete consumado y de época; fungió como instructor en la capital del país y en los Estados Unidos de América, así como haber participado como doble en el cine mexicano con escenas de peligro, de las las que siempre salió bien librado.
Don Antonio Gil, mandamás de la Asociación Nacional de Charros, le invitó a realizar una gira con don Antonio Aguilar Barraza en aquellas memorables caravanas charro-musicales que difundieron la cultura mexicano por todo el planeta.
Don Sergio Hernández Morones fue monarca de los completos en 1969 y 1971, habiendo pertenecido a varias agrupaciones charras e incluso compartió tardes memorables al lado de sus hermanos, Guillermo y Raúl.
Entraron 14 charros completos en el Nacional de invitación que se realizó en noviembre de 1962 en el viejo lienzo charro de La Viga en la capital del país, donde los jueces fueron Alfonso Rocha, Leopoldo Castro y Fernando López Aceves.
Los centauros participantes fueron Gregorio Luna, Gilberto Zamudio, Octavio Chávez, Raúl Hernández, Ramón Pandal Alanís, Manuel Lugo, Guillermo Castillo, Sergio Hernández, Guillermo Gallardo, Antonio Uribe, Leopoldo Guerrero, Luis Hernández, Rubén Gutiérrez y Otilio Barrera, siendo campeón aquella ocasión Leopoldo Guerrero.
De los grandes personajes que le ha tocado conocer por la charrería estuvieron: Francisco Franco, Raúl Castro y otros más, habiendo montado un potro salvaje con su atuendo charro y pretal mexicano, lo que fue del agrado del respetable estadounidense en Oklahoma.
Vuelo del Águila y Senda de Gloria fueron de las series históricas en las que participó don Guillermo Hernández Morones, así como otros charros de la talla de José Luis Salgado y don Raúl Hernández Morones.
Siendo uno de los mejores jinetes de México, realizó varias giras al extranjero para dar a conocer más el deporte nacional, destacando siempre los embajadores charros en cualquier punto del mundo que se presentaban.
Charro por los cuatro costados y gran difusor del deporte nacional de México, se retiró a los 50 años del charro completo en el nuevo lienzo charro de La Viga, en la capital de la República.
Ha recibido muchos homenajes en vida, siendo uno de los miembros más importantes del Salón de la Fama de la Federación Mexicana de Charrería. Siguen activos en la charrería sus hijos Elvia Denisse y Sergio Hernández Gastelum, así como varios de sus nietos, aunque algunos no siguieron la tradición, pero si sus amazonas Annette y Penélope.