Una década resta antes del primer siglo de fundación de la entonces Federación Nacional de Charros, el 16 diciembre 1933, y justo es recordar al otrora presidente de México, ingeniero Pascual Ortiz Rubio, por su apoyo al Deporte Nacional convertido en arte.
En el Museo de la Charrería, ubicado en el antiguo Convento de Montserrat en Isabel La Católica y José María Izazaga, es otro de los consentidos que tienen un lugar muy especial.
En el recinto charro se encuentran expuestas su fotografía y una placa del general e ingeniero Ortiz Rubio (1930-1932) ya que su tesón lo hizo instituir el “Día del Charro” el 14 de septiembre.
Pascual José Rodrigo Gabriel Ortiz Rubio fue general militar, ingeniero topógrafo, diplomático y político, quien fue presidente mexicano del 5 de febrero de 1930 al 2 de septiembre de 1932.
Nació el 10 de marzo de 1877 en Morelia, Michoacán, y falleció el 4 de noviembre de 1963 en la Ciudad de México.
Cuando se separó un grupo de la Asociación Nacional de Charros se forma la Confederación Deportiva Mexicana (CODEME), entre ellos el general Quiñonez, quien era muy allegado a Pascual Ortiz Rubio.
El general habló con Pascual Ortiz Rubio para pedirle apoyo para la charrería y este les cedió en comodato Rancho La Hormiga (que actualmente es la Residencia Oficial de Los Pinos) como Casa Club para los charros.
Entre caballistas y charros se llegó el gran día de la reunión importante, pactada un 5 de febrero para que se promulgara como el Día del Charro, aunque lo decretó para el 14 de septiembre, y aunque Ortiz Rubio dejó el cargo de mandatario, entró al quite el general sonorense Abelardo Rodríguez Luján, con quien se instituyó para ligarlo con las fiestas patrias.
Ya en esta última instancia, se hizo el nombramiento del traje nacional con el presidente Abelardo Rodríguez, donde el general Manuel Ávila Camacho tuvo mucho que ver ese pequeño grande detalle.