La Selección de Guerrero obtuvo la victoria en la competencia vespertina, con 231 puntos, y se agenció el LIX Trofeo Guadalupano 2020, la tarde de este domingo en las instalaciones del lienzo charro Rancho Grande de La Villa, en la Ciudad de México.
En un emocionante duelo amistoso, los guerrerenses vinieron de atrás al cierre de puertas, con una terna de más de 60 puntos, y las dos manganas a caballo que derribó Rafael Sánchez Moscosso fueron suficientes para darles la victoria y llevarse hasta Chilpancingo el anhelado trofeo.
En segundo lugar concluyó el escuadrón juvenil de Querétaro, que llevaba buen paso hasta el coleadero, pero que pasó apuros en la terna al reventarse la cabeza de la silla al lazador que sostenía el lazo pescuecero y, sin manganas de cuenta, cerraron con 153 unidades.
Sinaloa echó toda la carne al asador desde el principio del compromiso, pero su esfuerzo no fue debidamente recompensado por la suerte, de manera que sus 93 puntos le dejaron en la tercera posición de esta, sin embargo, apasionante experiencia.
Peregrinación al Tepeyac
Temprano, la comitiva charra partió desde el lugar acostumbrado para estos casos, la Glorieta de Peralvillo, en solemne peregrinación hacia el punto neurálgico de la religión católica en nuestro país: La Villa de Guadalupe.
El contingente fue encabezado por el ingeniero Leonardo Dávila Salinas, presidente de la Federación, acompañado por su distinguida esposa, la señora Mini Blanco de Dávila; SGM María I, soberana nacional de la charrería; el secretario de Prensa y Difusión de este organismo, ingeniero Abraham García Contreras, así como el coordinador Nacional de Charros Mayores, licenciado Carlos Malo Lozano.
Hicieron acto de presencia los presidentes de las uniones de asociaciones de charros de los estados de Guerrero, Wilfrido Álvarez Cabañas; Sinaloa, Edesio Camacho Rojo, y Querétaro, José Antonio Quiroz Urbiola, así como el presidente de la agrupación de charros Regionales de la Villa, Ricardo Mancilla Pérez, la reina de esta agrupación, SGM Iraís I, junto a integrantes de sus respectivos conjuntos, quienes llegaron con devoción hasta el Atrio de las Américas, al pie del mítico cerro del Tepeyac.
Posteriormente, como ya es una tradición desde el año 1958, se celebró la Santa Misa en la antigua Basílica de Guadalupe, la actual Colegiata y Templo Expiatorio a Cristo Rey, que todos los charros y damas charras asistentes escucharon con fervor, oficiada por el ilustre RR.PP. doctor Jesús Soto Rivera, el cual destacó la importancia de la fe al entrar al tiempo litúrgico de la Cuaresma.
En este sagrado recinto, cuya construcción data de 1695, se bendijeron los trofeos que habrían de disputar los selectivos estatales invitados y que, junto a una bellísima imagen de la Virgen de Guadalupe, donada por la familia Dulac, siguieron a la comitiva a lo largo de todo el recorrido, sobre un vehículo designado para tal fin.
Herradura de Oro para don José Luis González González
Ya en el lienzo, y antes del formal rompimiento de hostilidades deportivas, el ingeniero Leonardo Dávila encabezó la ceremonia de reconocimiento a la labor que, a lo largo de más de seis décadas, el arquitecto José Luis González González ha llevado a cabo en pro del deporte nacional, compitiendo por las huestes villistas y formando parte de consejos directivos de la entonces Federación de Charros.
Acompañado por su esposa, hijos y nietos, el señor González González es el socio más antiguo de la agrupación Regionales de La Villa, y la Catedral de la Charrería, el legendario lienzo Rancho Grande “Salvador Tostado Jiménez”, fue testigo de su condecoración con la presea Herradura de Oro, de manos del presidente de la Federación.
Además de las personalidades anteriormente referidas, en el lienzo se incorporaron a los festejos guadalupanos los presidentes de las uniones de la Ciudad de México, arquitecto Luis Fernando Pascual Islas, y del Estado de México, ingeniero Juan Antonio Alemán López.
Al término de la competencia, los tres equipos y sus acompañantes, así como las autoridades charras se dirigieron al salón de Rancho Grande de La Villa, donde convivieron amenamente en el festín ofrecido por los anfitriones de la Agrupación Regionales, se entregaron los trofeos, y los visitantes expresaron su gratitud ante las finas atenciones que recibieron en este lienzo capitalino.
Es de destacar la importancia de que las uniones conformaran sus selectivos integrando elementos de diversas asociaciones de sus entidades; los grandes triunfadores estuvieron formados por charros procedentes de Regionales de Guerrero, Camperos de Chilpancingo, Hacienda San Carlos y Charros de Chilpancigo.
Los integrantes de Sinaloa eran miembros de las asociaciones de Charros de Guamúchil, Mazatlán, Maza, Coyotitán y Culiacán, mientras que de Querétaro, los jóvenes procedieron de Hacienda Jesús María, Granja Santa María, Rancho La Gloria, Rancho La Coneja, Ojo de Agua, Bravos de Azuela y Puro Peña Grande.
Los jueces fueron Héctor Méndez Núñez, Guillermo Aguillón Galarza y Francisco Javier Puente Bermúdez, en tanto que la locución recayó en Javier Alemán Ortega.
La Charreada
La Selección Guerrero abrieron con 28 puntos de la cala de caballo De Diego Díaz, sin piales, colearon cobrando 65, de los que 27 de Said Goldner, 26 de Diego Díaz y 12 más del PUA de esta entidad, Wilfrido Álvarez.
Si bien no hubo suerte en la monta de toro, destacaron con una buena terna de 61 acumulados, siendo 30 del lazo cabecero de Rafael Sánchez y 31 del pialazo que consiguió Enrique Reyes.
Alberto Mata pegó extraordinaria jineteada de yegua de 29 puntos, sin manganas a pie a cambio de dos a caballo con las que Rafael Sánchez Moscosso aseguró el título, cobrando 49, sin paso de la muerte, terminando con 231 puntos.
La Selección de Querétaro inició con cala de caballo de Julián Mier Díaz de 16 unidades, nada en los piales, pero destacaron en el coleadero al sumar 92 buenos, 35 de ellos de Hiram Trejo Cabrera, más 29 de Gil Montes Magaña y 28 de Juan Pablo Guzmán.
No hubo suerte en la monta del toro, y en la terna solamente ganaron 23 del lazo cabecero de Alejandro Maya. La suerte los abandonó a partir de este punto, pues sacaron uno bueno del apretalamiento de la yegua, restaron cinco a pie, dos del cronómetro a caballo y 22 del paso de la muerte de Juan Pablo Briones, finalizando en segunda posición con 153 puntos.
Lo destacable del Selectivo Rojo Sinaloa fue la cala de Silvano Gallardo de 30 unidades, sin aciertos en piales, mas 22 en colas, siendo estos obra de Juan Ramón Madangol.
Desde aquí, solamente 24 buenos del lazo cabecero de Fausto Olguín, ocho mas en la yegua por conducto de Ramón Flores, sin manganas ni paso de la muerte, terminaron con 93 puntos.