Rancho El Pitayo “A” de Querétaro pegó una soberbia actuación en la tercera competencia de este lunes en la Arena San Marcos de Aguascalientes, y con 318 puntos se alza como superlíder de la categoría Infantil “B” del XXX Campeonato Nacional Charro Infantil, Juvenil y de Escaramuzas 2023 “Maestro José Guadalupe Posada”.

El duelazo de equipos queretanos se saldó con amplia victoria de Pitayo “A” por arriba de la línea mítica de la excelencia, dictando cátedra de actuación, en tanto que los Bravos de Azuela obtuvieron 262 unidades y con ello se instalan en la tercera casilla de la tabla clasificatoria, en tanto que Escuela Municipal de Tlajomulco “Hugo de la Torre” de Jalisco terminó con 68 puntos.

Por si fuera poco, las dos escaramuzas que actuaron en este mismo compromiso se metieron a segunda posición de sus respectivas clasificaciones: Rancho Euluza de Querétaro, con 279.00 unidades, es sublíder de la categoría Infantil “B” femenil, y Nobleza Charra “Plata” de San Luis Potosí hizo lo propio en la división Juvenil con 305.00 puntos.

Las actividades de este campeonato nacional de las categorías infantiles y juveniles continúa transmitiéndose en directo para todos los rincones del planeta gracias a la transmisión en vivo que realiza la Federación Mexicana de Charrería, siguiendo las instrucciones de su presidente, José Antonio Salcedo López, para difundir las acciones del único deporte nacional de forma gratuita a través de los canales oficiales del organismo en Facebook YouTube.

La escaramuza juvenil Nobleza Charra “Plata”, integrante de la asociación de charros Rancho El Bilioso de San Luis Potosí, obtuvo 305.00 puntos en su presentación la tarde de este lunes, último día del mes de julio.

Las buenas puntas fueron ejecutadas por Yaretzi Legaspi Saucedo y Valeria García Fajardo, cosechando 19 tantos, más 304 de suma base y 42 adicionales, a cambio de solo 60 infracciones, con lo que se instalaron en la segunda casilla de su clasificación.

Bárbara López Vázquez es la capitana de esta escuadra potosina, compuesta también por las jóvenes Bibiana Anahí Delgado Ramírez, María José López Carrera, Nelly Sunshine Lecuona Vega, Bárbara López Pérez y Frida Natalia Cerino Ibarra.

Por la división Infantil “B” femenil actuó la escaramuza queretana Rancho Euluza, la cual forma parte de la asociación Grupo Xicuco, concluyendo con 279.00 unidades finales, metiéndose con eso a la zona de clasificación a la instancia definitiva.

Fueron  tantos los que logró Valeria Alejandra Gamarro Medina de la punta, siendo su rutina con valor de 296 de suma base y en su caso fueron 25 adicionales, percibiendo de infracciones un promedio de 52 malos.

La capitana de esta escuadra es Constanza Guadalupe Ledesma Paredes, siendo sus restantes integrantes Carla Rebeca Hernández Romero, Marian Ferruzca Reyna, Diana Ugalde Herrera, Melany Andrea de Lira Piña, Jenifer Guadalupe de Sánchez Martínez y Mia Eirene Herrera Pacheco.

 

Clasificación y estadísticas del campeonato 

Todas las tablas clasificatorias de equipos, escaramuzas y charros completos, así como líderes individuales por faena de cada categoría deportiva de este certamen pueden consultarse en la página web oficial de la Federación Mexicana de Charrería, siendo actualizadas al término de cada charreada, visitando el siguiente enlace: https://fmcharreria.org.mx/noticias/resultados-nacio…escaramuzas-2023/

 

Potente El Pitayo “A”

Rancho El Pitayo “A” de Querétaro se encamina a la final con 318 puntos, cobrando 33 de la cala de caballo de Emilio González Martínez, José Antonio Salcedo Aceves brilló con dos pialazos en el lienzo de 21 tantos cada uno en sus primeros tiros, más 72 en el coleo, 32 de José Rafael Valenzuela López, 28 de Emilio González Martínez y 12 de José Esteban Reséndiz Estrella.

Tras cerrar puertas grandes, Santiago Bárcenas Romero pegó muy buena jineteada de toro de 24 tantos, lazo cabecero de 25 de José Antonio Salcedo y pialazo en el ruedo de Rafael Valenzuela López, cosechando otros 32 tantos, con un ahorro de tres minutos.

Zuriel Vargas Ramírez anotó 15 de su monta de yegua, José Antonio Salcedo agarró una mangana a pie de 26, otra más a caballo de 23 que acertó José Rafael Valenzuela y 26 finales del paso de la muerte de Emilio González.

Los Bravos de Azuela, también oriundos de Querétaro, cerraron con 262 unidades, abriendo fuerte las dos primeras faenas con cala de caballo de 30 buenos de Emiliano Carrillo Padilla y dos piales de 18 y 19 que agarró Octavio Farith González Vargas; sin embargo, cobraron 27 en colas, siendo el mejor Antonio Francisco Quijada Enríquez con 21.

Sin fortuna en el jineteo de toro, completaron la terna gracias a los lazos calificados con 27 y 21 unidades, siendo el cabecero a cargo de Christopher Arriola Olvera y el pial de Ángel Martín Chávez Jiménez, ganándole dos minutos al cronómetro.

Giovanni Arriola Olvera cobró 18 de la jineteada de yegua, Leonel Ruiz Rodríguez agarró una mangana a pie de 26 y Christopher Arriola cosechó dos a caballo para 51, más 25 del paso de la muerte del propio Christopher Arriola.

De los 68 tantos finales de la Escuela Municipal de Charrería de Tlajomulco “Hugo de la Torre” de Jalisco, Eduardo Mendoza Partida logró cala de 16, idéntica calificación a un pial de cuenta de Ángel Emmanuel Ruiz Muñoz en su primer tiro, y en colas sumó 10 Lucio Carlos Ortiz Lomelí; lazo cabecero de 12 del propio Lucio Carlo y él mismo cuajó una mangana a caballo de 17, así como 10 de René Gael Acosta Aldrete en la jineteada de yegua.

 

La leyenda de Juan Chávez

Podría ser la leyenda más rica que tiene Aguascalientes: Juan Chávez, bandolero famoso que vivió el siglo XIX, quien podría haber sido un émulo de Chucho El Roto o Robin Hood de los pobres, porque compartía con ellos el botín de sus tropelías. Ese tipo de leyendas se platicaban entre la palomilla que se juntaba en las esquinas a ver pasar el tiempo.

Sus apodos fueron Rojo de los Mochos e Ídolo de las Beatas, pero su recia personalidad se hizo presente en cuentos y leyendas, donde las cosas ajenas eran su sagrado alimento y el pan de cada día.

Habiendo sigo Gobernador de Aguascalientes por escasas nueve semanas (entre 1863 y 64), poco años antes de morir, Juan Chávez era un pillo de poca monta, actuando con otros bandoleros de la zona como fueron Dionisio Pérez y Máximo González.

Murió el 15 de febrero de 1869 a manos de dos matones que lo asesinaron a mansalva, siendo sus propios compañeros los que lo confundieron con gente de la ley, a los 38 años de edad, en el camino de San Sebastián a Encarnación de Díaz, Jalisco.