La mujer lo es todo en la charrería: belleza, deporte y encantos ocultos. México tiene tres representantes que han sido coronadas como las mujeres más hermosas del Mundo.

La primera fue Lupita Jones en 1991, después en el 2010 le tocó la corona a Ximena Navarrete y en el 2021 la fortuna le sonrió a Andrea Meza.

Lo mejor que la primera pertenece a la gran familia charra y es que, a sus 23 años de edad, la bajacaliforniana fue coronada como Miss Universo en el certamen celebrado en Las Vegas, Nevada.

En la década de 1980, Lupita Jones Garay fue integrante de la Escaramuza de Mexicali. Ya siendo Miss Universo desfiló con el Contingente Charro de la Federación Mexicana.

Se destapa el frasco de las esencias y es que en 1991 una integrante de la charrería deslumbró al mundo entero con su belleza, amén de haber sido adelita, donde también dejó algo más que vida y corazón en las parcelas de Dios.

-¿Qué ha significado para ti el ser parte de la familia charra? Se le preguntó y sin pensarlo, contestó: “Para mí ha significado mucho haber crecido en este ambiente, porque además me he alimentado de tradiciones tan nuestras, del respeto a nuestras tradiciones. Haber montado a caballo e integrado una escaramuza, me ayudó a forjar mi personalidad y eso ha significado todo”, destacó la belleza universal.

Lupita Jones es Lupita Jones y que bueno que, con su enorme triunfo en 1991, como ganadora del certamen Miss Universo, la hermosa dama recordó al mundo entero que la charrería es un símbolo de identidad nacional y del que ella se siente muy, pero muy orgullosa.

-¿Qué fue más difícil una presentación en la escaramuza o estar en un certamen mundial de belleza?

“Fue algo chistoso, porque dejar el atuendo charro o las botas y jeans, no fue fácil. Lo más difícil fue presentarme ante millones de personas a través de la televisión… Vas por todo, con todo el amor por México…”.

Luego fue más allá y destacó que “Ojalá que a las niñas y niños se les inculque el Deporte Nacional por Excelencia de México y ese respeto hacia nosotros mismos. Ojalá encontremos eso, es formación desde la cuna, forrándolos con mentes triunfadoras, luchadora y que no se dejen vencer por nada”.

En el Museo de la Federación Mexicana de Charrería está una foto de Lupita y claro está, dedicada a la Gran Familia del Deporte de sus Amores.