La charrería no solo es deporte, sociedad, familia, unión y valores, sino también cultura e intrínsecamente en ese rubro se avanza, lo que permite armar cada día mejores bibliotecas sobre el apasionado tema que es el único deporte nacional de México.

Se considera la Biblia del Charro a la famosa obra de Carlos Rincón Gallardo, “El Libro del Charro Mexicano”, pasando por innumerables obras como “En Cada Charro un Hermano”, “Tradición Mexicana”, “Alma Charra”, “Libro de la Charrería”, “El Refranero Charro”, “Los Primeros Herraderos”, y otros más, amén de corridos de la Revolución, declamadores y novelas.

Discos de poesías existen de don Benjamín Rodríguez Tejeda, Apolonio Ibarra Reséndiz, Manuel Muñoz Gómez, Ignacio López Tarso y José María Parga Limón, por mencionar solo algunos.

Por eso y muchas cosas más, la Charrería fue inscrita por la UNESCO en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad el primero de diciembre del 2016 en Etiopía.

En ese legado cultural que crece día con día, y prueba de ello fue la presentación, a finales del año pasado, del libro “La Montura Charra Mexicana” del contador Eustacio Contreras Bribiesca en el Castillo de Chapultepec de la Ciudad de México, con más de 400 páginas de historia y más de 700 fotografías de la evolución de esta obra de arte.

Dicho libro habla de la evolución de la montura con el paso de los años, décadas y siglos. Por ello el actual Consejo Directivo Nacional de la Federación Mexicana de Charrería, que preside el ingeniero José Antonio Salcedo López, se ha preocupado por darle mayor espacio en los medios de comunicación a la cultura charra.

Son de esas obras de la charrería, que el igual que un cuadro del pintor Ernesto Icaza Sánchez o una obra del maestro Juan Arceo Rayas, no deben faltar en los hogares donde la charrería se lleva tatuada en el corazón.

En la presentación de la obra del contador Contreras Bribesca, que tuvo lugar el pasado mes de noviembre, se exhibieron tres históricas monturas en el alcázar del Castillo de Chapultepec: una de ellas perteneció del emperador Maximiliano de Habsburgo y dos del Marqués de Guadalupe, don Carlos Rincón Gallardo Romero de Terreros.

En la sede nacional de la Federación Mexicana de Charrería, ubicada en el Centro Histórico de la Ciudad de México, se encuentra el Museo de la Charrería, en el cual se exhiben otras monturas de grandes personajes y que los visitantes podrán conocer, tanto la obra, como sus orígenes y la historia de cada pieza, viendo en las mismas el paso del tiempo y la evolución de la montura charra.

El libro de “La Montura Charra Mexicana” se encuentra a la venta en el sitio web oficial https://www.monturacharra.com.mx/ con un precio de $2,500.00 pesos, así como en el Museo Charro de la Federación,