La Charrería Nacional cuenta con flamante Reina Nacional para el periodo 2020-2024, tras la magna coronación, la noche de este viernes, de María Isabel Aceves Aceves, SGM María Isabel I, que tuvo lugar en el Club Atlas de Tlaquepaque, Jalisco.

El acto de la coronación de la novel soberana charra fue el momento culminante del evento de postín que encabezó el ingeniero José Antonio Salcedo López, presidente del Consejo Directivo de la Federación Mexicana de Charrería, quien acudió en compañía de su distinguida esposa, Elisa Aceves Sánchez, presidenta del Comité de Damas Charras, y de sus hijos, José Antonio y Santiago.

Entre las numerosas personalidades que se dieron cita en el Club Atlas para atestiguar la entronización de María Isabel como nueva Reina Nacional destaca la soberana saliente de la administración anterior, María Malo Véliz; el vicepresidente de la Federación, Andrés Eduardo Aceves Hernández, padre de la actual monarca; Jaime Alejandro Vera Vázquez, Secretario General del máximo organismo rector del deporte; Francisco Javier Sánchez Sánchez, integrante del Comité de Honor y Justicia; Melissa Alejandra Vera Torres, otrora Reina Nacional y actual Coordinadora Nacional de Escaramuzas; Sofía Alejandra Vera Torres, Delegada de Escaramuzas del Estado de Querétaro, y Perla Azucena López Yáñez, Delegada de Jalisco.

Se contó también con la asistencia de Salvador Barajas del Toro, presidente de la Unión de Asociaciones (PUA) de Charros del Estado de Jalisco; SGM Natalia I, reina de dicha Unión, así como su homóloga del Estado de México, Daniela I; Manuel de Jesús Esparza de Lara, PUA de Aguascalientes; Antonio Aceves Sánchez, Presidente Municipal de Jerez, Zacatecas, y Gerónimo Color Gasca, integrante del Consejo Directivo.

Ciertamente, fue nutrida la concurrencia de invitados especiales que asistió a una de las ceremonias más importantes con que el deporte charro vibra aproximadamente cada cuatro años: la coronación de una nueva Reina Nacional.

El Club Atlas vistió sus mejores galas para celebrar la entronización de la décimo novena reina nacional que representará a la mujer de a caballo y a la charrería en general hasta el año 2024.

Tras un delicioso banquete amenizado por un magnífico mariachi, se procedió al protocolo de coronación. A un costado del trono estuvieron presentes el presidente de la Federación, José Antonio Salcedo, en compañía de su señora esposa, Elisa Aceves, y la reina saliente, María Malo, y por el otro costado el Secretario General, Jaime Alejandro Vera y Francisco Javier Sánchez, de Honor y Justicia.

Con paso firme, la nueva soberana se abrió paso entre la concurrencia, acompañada por su señor padre, Andrés Eduardo Aceves Hernández, y con la ovación de gala y merecidísima ofrecida por todos los presentes, quienes pudieron maravillarse con el exquisito atuendo de María Isabel, el porte y la gallardía que transmite en su camino hacia el trono, digno de una Reina Nacional.

En su mensaje, José Antonio Salcedo agradeció la asistencia de los presentes al evento y declaró que es un orgullo dar el lugar que corresponde a la mujer, tanto en el país, en la cultura y en la tradición.

Indicó sentirse honrado de seguir la tradición de coronar a quien será la Reina Nacional y motivo de grandes sentimientos por el alto honor de encabezar la coronación de María Isabel I, joven a quien conoce desde hace mucho tiempo.

Enfatizó que la nueva soberana tiene el alto compromiso de representar a la mujer y dejar en alto el nombre de la Charrería en México y todo el mundo, puesto que, a partir de ese momento, forma parte de la historia de la Federación y de todo el país.

“No claudiques en perseguir tus sueños. Que Dios te bendiga siempre, felicidades”, concluyó el presidente de la Federación.

A continuación, la soberana saliente, María Malo Véliz, felicitó a María Isabel por recibir la estafeta como Reina Nacional, así como agradecer a quienes le invitaron a ocupar la dignidad que desempeñó durante cuatro años, especialmente al ingeniero Leonardo Martín Dávila Salinas y su señora esposa, Mini Blanco de Dávila, formando parte de una experiencia indescriptible.

Agradeció infinitamente a su familia y a todos aquellos que permitieron llevar a buen puerto su reinado, así como aquellas amistades cosechadas a lo largo de cuatro años como soberana nacional.

Finalmente, indicó: “’Marisa’, estás por comenzar una etapa muy bonita en tu vida, y te deseo que disfrutes cada momento. Siempre conserva esa sonrisa que te caracteriza, esa alegría. El mayor de los éxitos y muchas felicidades, Reina”.

 

Tras este mensaje, se procedió a la coronación de la nueva Reina Nacional. Este honor correspondió al presidente de la Federación, José Antonio Salcedo López, quien colocó a María Isabel I su corona, un sombrero charro de color negro soberbiamente bordado en oro, en homenaje póstumo a la memoria de una de las grandes personalidades de la charrería jalisciense, José de Jesús Aceves Barba “Chuyín”, y Francisco Javier Sánchez Sánchez presentó a la Reina la cuarta, el cetro que acompañará a la soberana nacional durante todo su reinado.

Al término de este breve pero fundamental momento en la historia del deporte charro, SGM María Isabel I rindió su primer discurso como Reina Nacional de la Charrería, agradeciendo a todos los asistentes, a Dios y a su familia, el pilar fundamental de apoyo incondicional.

Con una excelente retórica, destacó la importancia del papel de las mujeres, dignas de admiración, fuente de enseñanzas que ha obtenido a lo largo de su vida: el disfrutar ser mujer. En su mensaje, resaltó que la esencia de ser mujer debe encontrarse en la equidad más allá que en la igualdad, bajo la premisa de que un género no es más fuerte que otro dado que no pueden ser medidos con la misma vara.

“En la historia hemos tenido mujeres ilustres, que han dado pasos gigantes, y han sido las precursoras para que las mujeres tengamos la misma cantidad de opciones y posibilidades que los hombres, así como voz propia”, declaró la Reina Nacional.

Más aún, indicó que “nada me gustaría más que ver cómo nuestro género no evoluciona renunciado a nuestra feminidad, sino que la potencializamos y logramos entender que nuestra verdadera belleza está en el interior; que tenemos la capacidad de dejar de lado rivalidad y soberbia para trabajar de la mano y cumplir nuestros sueños, una de las principales lecciones que nos deja nuestro deporte nacional”.

Para cerrar con el protocolo, la nueva Reina Nacional procedió a bailar el tradicional Jarabe Tapatío en compañía de su hermano José Andrés Aceves Aceves, multicampeón nacional por equipos y en la modalidad de charro completo, con gracia y habilidad, siendo la pareja ovacionada por todos los asistentes.

Así comenzó la fiesta, celebrada entre un ambiente jovial y bullicioso, en la que se celebró por todo lo alto la entronización de SGM María Isabel I como Reina Nacional de la Charrería, recién el inicio de un nuevo capítulo que dejará huella en los anales del único deporte mexicano por excelencia.